La olla mamà.
Cuentan que en un pueblo de Bagdad, vivía un señor de nombre Amir . Un día cualquiera disidió pedir prestada a su vecino una olla grande y tentadora, que alguna vez había visto en la mesa del patio del vecino. Este señor de nombre Jasan, no era lo que se dice una persona de tener buenas relaciones con la gente del barrio, pero, a pesar de su condición de poner distancia , se vio obligado a prestarla. Así, en cada ocasión que Amir solicitaba la olla en calidad de préstamo, Jasan, sin mucha simpatía , accedía y se la prestaba. Tantas veces que la solicitó, tantas veces la devolvió. Un día, cuando Amir regresó a devolver la olla, Jasan comprueba que dentro había una olla mas pequeña. Perdón -dijo- esta ollita no es mía. Si - contestó Jasan - yo también me sorprendí, pero la olla tuvo un bebé. Si bien consideró que era absurdo, aceptó quedarse con la pequeña oll